Una aproximación inicial a la figura del diseñador revisa la noción de lo público y se acerca al Oscar de la Renta que se puede haber conocido previamente por los medios masivos de difusión. Oscar fue, sin dudas, famoso. Y en su más común acepción, fama puede entenderse como protagonismo, carisma, prestigio y popularidad.
Oscar Renta Fiallo
es Oscar de la Renta
Santo Domingo tiene una presencia protagónica en la vida de Oscar de la Renta. En una cándida conversación con Hugo Tolentino, su gran amigo, acerca de las características del Santo Domingo de los años 1940 y 1950, comentó que esa ciudad era literalmente un parque. Una ciudad que se caminaba de extremo a extremo, y en la que apenas se palpaba el discurrir del tiempo.
En el taller todo es inspiración
Desde el primer momento en que se adentra en ella, el nombre Oscar de la Renta se instala en el panorama de la moda mundial. El taller es el sitio donde se consolida la identidad creativa del diseñador, y desde ahí, se plantea la importancia de los procesos y el reconocimiento de las vías por las que recorre el trabajo creativo.
I’m just an island boy:
Oscar es transnacional
En 1969, Oscar de la Renta adquiere la nacionalidad estadounidense. Un año antes, en 1968, abre su primera tienda en la ciudad de Santo Domingo. Trasladarse y asimilar otra ciudadanía al mismo tiempo que mantenerse vinculado a su comunidad originaria, hizo de él un paradigma del sujeto migrante transnacional.
Esencias de un legado:
Ser Oscar de la Renta
Oscar de la Renta fue un sembrador. Desde siempre, sintió una especial atracción por el cultivo en todas las dimensiones del concepto. Cultivó naranjales, jardines y labró amistades que fueron como él: incondicionales. Desarrolló relaciones humanas a todos los niveles posibles. Plantó un esquema de filantropía que hoy en día es paradigma incomparable.